El mercado invernal de Atlético promete ser intenso. Así lo anticiparon tanto Lucas Pusineri como Mario Leito, presidente del “Decano”. El objetivo está claro: cambiar la imagen que dejó el equipo durante el Apertura y recuperar el protagonismo perdido. Más aún con el formato actual, que permite a los ocho mejores de cada zona pelear por el título de Primera División.

Por eso, en 25 de Mayo y Chile ya comenzaron a delinear el nuevo plantel que afrontará la segunda mitad del año. La etapa anterior tuvo como protagonista a Facundo Sava, quien, antes de comenzar el torneo, había declarado: “Me gustaría poder seguir y sé que los dirigentes también quieren lo mismo. Creo en los procesos largos, por lo que espero que se mantenga el grupo de jugadores”. El “Colorado” apostó por la continuidad del plantel que disputó la Liga Profesional 2024, pero los resultados no lo acompañaron y fue removido del cargo en la fecha 4.

Apenas se confirmó su salida, todas las miradas apuntaron a Pusineri, quien aceptó tomar el “fierro caliente”. Es cierto: los resultados no lo acompañaron del todo, con apenas cuatro victorias en 13 presentaciones (incluido el duelo frente a All Boys). Sin embargo, no todo fue negativo. Sobre el final del torneo, el “Decano” encadenó dos triunfos y logró alejarse del fondo de la tabla Anual. Hoy se ubica 22°, con 16 puntos, a siete de San Martín de San Juan.

Estos resultados obligan al club a salir al mercado en busca de varias piezas para reforzar el equipo.

¿Qué puestos necesita reforzar Atlético?

El primer punto bajo análisis es el del arquero. Tomás Durso y Juan González no ofrecieron la firmeza necesaria para custodiar el arco del “Decano”. El ex Gimnasia comenzó el torneo como titular, pero recibió 17 goles. Ese rendimiento llevó a Pusineri a apostar por González sobre el final del campeonato. Aunque mostró algunas dudas en los centros, tuvo actuaciones correctas. Aun así, el entrenador ya analiza sumar a otro arquero.

Otro punto débil fue el lateral izquierdo. Tras la lesión de Juan Infante —aún le restan seis meses de recuperación—, el DT se quedó con dos opciones: Matías Orihuela y Miguel Brizuela. Ambos cumplieron, pero no ofrecieron la proyección ofensiva que el entrenador pretende. Ramiro Paunero fue promovido al plantel profesional, aunque todavía no sumó minutos. Por eso, reforzar ese sector será una de las prioridades de esta ventana.

En el lateral derecho, en cambio, hay más variantes. Damián Martínez fue el titular habitual: disputó 14 partidos y acumuló siete amarillas. El ex Rosario Central tampoco logró un rendimiento sostenido, y alternó buenas y malas. Moisés Brandán y Marcelo Ortiz fueron alternativas, pero ninguno se consolidó.

En la mitad de la cancha, Pusineri cuenta con un doble “5” casi intocable: Guillermo Acosta y Adrián Sánchez. “Bebe”, sin embargo, no tiene la resistencia física para completar los 90 minutos, por lo que suele ser reemplazado. Kevin López es su recambio natural, pero hasta ahora no logró acoplarse a Sánchez. Rodrigo Melo y Nicolás Castro, por su parte, casi no sumaron minutos desde la llegada del actual cuerpo técnico.

Las bandas tampoco tienen dueños asegurados. En el sector derecho, la lesión de Renzo Tesuri fue un baldazo de agua fría para el entrenador. Para cubrir su ausencia, probó con Carlos Auzqui, pero el ex Estudiantes estuvo lejos del nivel esperado: no fue ni explosivo ni punzante, y quedó lejos de ser determinante. También intentó con Ramiro Ruiz Rodríguez, pero los resultados no fueron los deseados.

En la banda izquierda ocurre algo similar. Nicolás Castro, Nicolás Laméndola, Franco Nicola y Mateo Bajamich pasaron por ese sector, pero ninguno logró afirmarse en el puesto.

El centrodelantero también será clave. Leandro Díaz y Lisandro Cabrera no lograron asentarse como “9” titulares. La dupla con Mateo Coronel tampoco funcionó: no mostró la eficacia de otros torneos. El bajo rendimiento de los atacantes obliga a reconfigurar por completo la ofensiva.

Atlético, de este modo, deberá realizar varios retoques en las diferentes líneas para mejorar el rendimiento en el torneo y, sobre todo, ilusionarse con volver a ser un equipo de peso en el certamen.